¿Cómo influyen los colores en la percepción y conducta humana? Ésta es una pregunta que se hace la psicología del color, la parte de esta ciencia que estudia cómo afectan los colores a nuestras emociones y estado de ánimo. Podemos usar estos conocimientos para mejorar los estímulos que nos rodean y ayudar a nuestro estado de ánimo en tiempos difíciles, como esta crisis del coronavirus que estamos viviendo.
¿Cómo nos afectan los colores en estos tiempos?
Llega la primavera y, con ella, más luz, más energía y también más colores. Se sabe que con su llegada el estado de ánimo de las personas cambia, volviéndonos más extrovertidos y comunicativos. Relacionamos esta época con el renacer, teniendo la posibilidad de reinventarnos y experimentar cosas nuevas. Así mismo, es una buena excusa para renovar la manera en que nos vemos para, de este modo, cambiar nuestras energías y sentirnos bien anímicamente.
Aplicando la psicología del color, podemos ser conscientes de cómo los colores afectan en nuestras emociones y energía. Da igual si no salimos a la calle, estando fuera o dentro debemos procurar que los colores que nos rodean tengan un efecto positivo en nosotros. Si empleamos esta teoría sabremos que hay ciertos colores que calman la ansiedad o la tristeza, como algunos que nos recargan en días de pereza. Así, con su correcta aplicación, se busca disminuir esos estímulos y pensamientos negativos que posiblemente estos días han estado rondando en tu cabeza.
En este texto te daré un listado de colores que influyen de manera positiva en nuestra mente y te ayudaré a identificar esos que, en cambio, contribuyen de manera desfavorable en nuestra percepción de la realidad. Pero primero, veamos algunos ejemplos de cómo afectan los colores vistos en diferentes situaciones y dónde podríamos nosotros aplicar esta teoría.
“Conocemos muchos más sentimientos que colores. Por eso cada color puede producir muchos efectos distintos, a menudo contradictorios. Un mismo rojo puede resultar erótico o brutal, inoportuno o noble. Un mismo verde puede parecer saludable, venenoso o tranquilizante.” (1)
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El juego con los colores en la producción del marketing y la publicidad es un elemento esencial, ya que causa diferentes reacciones dependiendo el color utilizado. Así, cada color tiene un efecto específico que el posible comprador relacionará con algo positivo. Algunos darán confianza por su simpleza, como es el caso del blanco; otros nos entregarán un sentimiento de felicidad y optimismo, como lo es el amarillo; el naranjo está más ligado al éxito; el rojo, bien lo sabemos, se asocia a la pasión y la fuerza y, el negro, al poder y la elegancia. De esta manera, cada uno tiene un efecto determinado en la mente y aplicándolos de manera inteligente, aumentarán las ventas del producto.
Vestimenta luminosa
Debemos tomar conciencia sobre la manera en que nos vemos a nosotros mismos. Si despertamos con una energía baja y sin muchos ánimos de nada, probablemente no pensaremos mucho en qué ponernos y optaremos por tonalidades que acompañarán a esa pereza, por ejemplo, colores neutros como el gris.
Si miramos hacia algunas culturas en donde se caracteriza el uso de colores vivos en la vestimenta, como lo son las zonas caribeñas, lo relacionaremos inmediatamente con gente alegre.
Así que una buena idea será partir por incluir tonalidades vivas en la ropa que usamos. A la hora de despertar, analiza cómo te sientes y juega con los colores que te acompañarán durante el día para poder equilibrar tu ansiedad y estados de ánimo. Y no es necesario abusar de esto y mezclar todos los colores de una vez, de hecho, muchas veces el exceso de color puede generar un efecto contrario al que estamos buscando. Así que, con pequeñas dosis será suficiente y bastará un simple accesorio para cambiar la forma en que nos sentimos.
Por tanto, según la psicología del color, en estos tiempos de coronavirus, nos ayudaría ponernos ropas luminosas. Simplemente ponernos una camiseta radiante y mirarnos al espejo, aunque no salgamos de casa, nos puede ayudar a estar de mejor humor.
El color del entorno
De la misma manera, podemos analizar el entorno que nos rodea y entender cómo nos está influyendo en la manera en que enfrentamos nuestra realidad. Desde la zona geográfica en la que nos encontremos, hasta el interior de nuestra casa, esta percepción del color nos acompaña siempre.
Pensemos en zonas frías debido al clima: los colores también son más fríos. ¿Y cómo son las personas que viven en lugares así? Más introspectivas, más calmadas y más calladas. En cambio, en zonas cálidas, como por ejemplo las mediterráneas, las personas parecen ser más enérgicas, más sociables y más expresivas. Ni una es mejor o peor que la otra, con esto simplemente quiero decirte que el entorno nos condiciona.
Así también, podemos poner otro ejemplo como lo es la diferencia de vivir en la ciudad o en un entorno natural: en la primera abunda el ajetreo, el estrés, los estímulos y la contaminación acústica y visual. Si la tuviéramos que definir en un color probablemente sería el gris. En la naturaleza pasa todo lo contrario: sonidos agradables, calma y sentido de libertad. Su color probablemente será el verde o azul. Entonces, además de muchos otros factores que intervienen en esta relación espacial, el color es una de ellas, afectando inconscientemente en nuestro comportamiento y personalidad.
Hay que aclarar que esta es una generalización y no quiere decir que todas las personas sean de tal manera; al final, todos somos diferentes y no significa que por crecer o vivir en cierto lugar tu vida estará determinada.
Cómo mejorar nuestro entorno
A partir de esto, podemos empezar a aplicar lo que nos dice la psicología del color en los espacios que tenemos más a la mano como nuestro hogar y transformarlo aplicando distintos tonos dependiendo el efecto que queramos lograr, para estar mejor en estos tiempos de aislamiento que nos ha forzado el coronavirus. Y si bien no siempre es fácil y económico adquirir nuevos muebles para re decorar tu casa, sí que podemos restaurar algo que ya no nos aporta placer al verlo: una silla desgastada, una mesa en desuso, una lámpara vieja, etc. ¡Pues coge unos pinceles y dales una nueva imagen!
Paletas de color
Para las diferentes maneras en que queramos aplicar la psicología del color podemos elegir entre usar una paleta u otra. Así, podemos escoger entre una cálida o una fría:
la cálida es más agresiva y fuerte; mientras que la fría, más suave y tranquila
Por lo que, si lo que quieres es recargarte de energía porque tu estado de ánimo es más bien perezoso o deprimido, opta por la paleta cálida. Si en cambio quieres sentirte más calmada porque estas experimentando ansiedad o quieres lograr un bienestar a partir de la relajación, la paleta fría es la óptima.
Otra característica que puedes tomar en cuenta al momento de escoger tu paleta, es el nivel de saturación de los colores que la conforman. Entonces, podrías elegir tonos más pálidos, que otorgan una sensación más reconfortante y tranquila, o una paleta super saturada, que al contrario te dará un estímulo energético. Pensemos en una boda y un cumpleaños: en la primera abundan los tonos pastel, mientras que en la segunda, los colores saturados. La boda, es más bien dulce y apela a la ternura; el cumpleaños, más divertido y alocado.
Esto también puedes aplicarlo en la nueva imagen de tu casa: si te gustaría que cierto cuarto de tu casa funcione como un escaparate tranquilo para desconectarte, escoge colores más fríos y pasteles; y, en cambio, colores fuertes y cálidos para aquellos cuartos en donde necesitas motivación para, por ejemplo, hacer las tareas diarias o deporte. Igualmente, podemos mezclar las paletas para equilibrar las energías en un espacio común: ni mucha fuerza, ni mucha calma, sino una justa medida de cada uno.
Colores para aliviar la tensión y ansiedad en tiempos de coronavirus, según la psicología del color
- AZULES: Como lo que nos pasa justamente cuando miramos el cielo, su color nos entrega calma y tranquilidad. Además, junto a esta asociación, nos otorga un sentimiento de libertad. Es ideal para iniciar el día, así que, por ejemplo, podrías incluir en tu habitación un elemento de este color si quieres recibir sus beneficios.
- BLANCO: El más luminoso de todos es sin duda el blanco. Lo relacionamos con la claridad y la pureza. Nos potencia nuestra paz interior y nuestro positivismo. Es relajante y fresco, recordándonos la limpieza y el silencio.
- VERDES: El color de la esperanza, de la conciencia, de la naturaleza y, por ende, de la anti tecnología. Se dice que es primo de los azules, porque justamente al relacionarlo con la naturaleza nos entrega sentimientos de calma y libertad, así como, paciencia y tranquilidad. Aquí puedes encontrar unos ejercicios para aportar más verdes a tu hogar.
Colores para aumentar la energía en tiempos de coronavirus, según la psicología del color
Estas tonalidades más luminosas y brillantes, otorgan vitalidad y fuerza, por lo que siempre hay que usarlas en dosis equilibradas.
- AMARILLO: Lo asociamos al sol, por ende, a la energía y vitalidad. Es un color fuerte, aunque de manera sensata. Representa el optimismo, entregándonos felicidad y alegría, e incentivando la socialización.
- PÚRPURA: Representa la fantasía y la magia, por lo que no es un color común, siendo muy subjetivo. Genera ambigüedad, así que, hay que tener cuidado al momento de escogerlo, dependiendo de cómo nos sintamos.
- ROJO: El color de la pasión. Representa el poder y la audacia, tanto así que aveces su efecto puede ser algo agresivo. Se mueve en los dos extremos: el amor y el odio, la alegría y el peligro. Si queremos reducir su intensidad, podemos combinarlo con colores complementarios.
- NARANJO: Es el color de la diversión, de lo exótico, lo llamativo y aventurero, aumentando nuestra percepción.
- ROSA: Solemos relacionarlo con la femineidad, por tanto, con la dulzura, la delicadeza y la ternura.
- ORO: Habla del lujo, la belleza y el orgullo. Puede ser muy efectivo para dar seguridad a quien lo usa.
- PLATA: Similar al oro, representa la modernidad, la elegancia, el dinamismo y la extravagancia.
Colores que son negativos para nuestros estímulos
Si bien estos colores tienen características positivas, hay que saber bien en qué momentos usarlos, ya que si no pueden aportar sentimientos negativos como la tristeza.
NEGRO: Representa el luto, por ende, puede recordarnos episodios tristes y la soledad. Si bien solemos verlo como sinónimo de elegancia y poder, es también símbolo de debilidad.
MARRÓN: Aunque lo encontramos en la naturaleza y puede darnos sensaciones de bienestar, generalmente lo asociamos más a la suciedad y lo impuro. Nos provoca malestar y con ello, ansiedad y aislamiento. También puede relacionarse con lo corriente, por ende, demuestra e incentiva la pereza.
GRISES: Al ser un color neutro se relaciona con la mediocridad, la derrota, la desmotivación y el aburrimiento. Aún así, sirve para equilibrar una paleta muy vibrante.
¡Ahora depende de ti como apliques la psicología del color!
(1) Heller, E. Psicología del color (2004)