¿Cómo dibujarías la linea de tu vida? ¿Cuáles serían los hitos más importantes? ¿Los más dolorosos? Constantemente construimos relatos acerca de nuestra vida: una narración acerca de cómo fue nuestra infancia, cómo nos sentimos en la adolescencia y cómo entendemos nuestro presente. Claramente estos relatos se construyen a partir de nuestras experiencias, nuestra historia familiar e influencia de nuestra cultura.
La linea de vida
En las historias de vidas siempre habrán hitos significativos para cada uno. De hecho, un hermoso recurso terapéutico es representar nuestra historia de vida puntualizando los hitos que más nos han marcado. Dichos hitos pueden ser desde un cumpleaños sorpresa que te organizaron los amigos hasta un momento doloroso como cuando falleció tu querida mascota. Sean hitos positivos o negativos, lo importante es que nos marcaron y forman parte de lo que somos actualmente.
Traumas: experiencias demasiado dolorosas
Probablemente estaríamos de acuerdo con que los hitos muy dolorosos provocan un antes y después en nuestra historia de vida. Estos episodios se pueden convertir en una experiencia traumática. Entendiendo trauma como un dolor tan intenso que genera que se endurezcan las estructuras del cuerpo. En el trauma se hace rígida la comunicación entre la mente y el cuerpo, y muchas veces las redes neurológicas no funcionan en su totalidad. Incluso puede afectar a alguno de nuestros sentidos, como la pérdida del olfato, o del gusto, o de la audición, ya que en nuestro sistema todo está conectado.
El trauma es un concepto amplio para la psicología y algunas corrientes hablan de “los traumas intergeneracionales”. Esto es el dolor físico, emocional o social que no corresponde a una experiencia individual, sino que fue transmitido por algún familiar que no pudo sanar ese trauma a generaciones posteriores de esa familia. Un ejemplo concreto podría ser un nieto que sufre de pesadillas, problemas afectivos o comportamientos producto de los traumas vividos por el abuelo que no superó su combate en la Guerra Civil de su país.
El proceso de sanación y auto cuidado
Percibamos dicha experiencia provenga de nuestra historia individual o transgeneracional. Sanar los traumas es un proceso largo y profundo puesto que son marcas, recuerdos y memorias que quedan en nuestro cuerpo. Es necesario abordarlo lo antes posible para que no tenga consecuencias más negativas. Se pueden sanar a través de terapias, trabajando las vías cognitivas, somáticas y emocionales. Dependiendo del relato del paciente, el terapeuta deberá tomar decisiones para establecer la estrategia más acorde a las necesidades del paciente.
Por lo tanto, la invitación es a trabajar en nuestras autobiografías desde un enfoque terapéutico. Como les mencionaba, existe la posibilidad de escribir, dibujar o recrear nuestros hitos más importantes que han marcado nuestra vida sea para bien o para mal. Este trabajo puede ayudar a identificar un suceso doloroso, una herida abierta, que aún se mantiene y no somos capaces de sanar a solas. Reaccionar frente a esta marca es una forma de cuidarnos a nosotros mismos.
Referencias bibliográficas
Garrido, R. (2013). Arteterapia y Psicología Positiva: El desarrollo positivo a través del Arte. En A. Esteban y R. Garrido (Coords), Arteterapia en el ámbito de la Salud Mental, pp. 87-108. Sevilla: Asociación Andaluza de Arteterapia (ASANART).
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