¿Has notado los momentos en los que comúnmente estás cantando? Detente un momento. Respira.
El Canto: Dosis diaria recomendada
El canto cotidiano también es recomendado para tu salud. Con esa dosis diaria veras unos beneficios sorprendentes en tu salud física y mental.
Piensa en esa tarde, llegando a casa después de un largo día, en que quizá puedas dedicar un tiempo a hornear un pastel, a darte un baño, o finalizar alguna de esas pequeñas tareas felices (sí, de esas que ya casi no quedan)… y de repente, estás tarareando una de esas canciones que navegan en tu mente. Y a su vez, esta canción te lleva a otras partes. Con ella vienen y van recuerdos, personas, experiencias, imágenes que sólo llevas en tu cabeza y tienen significados especiales para ti.
¿Te diste cuenta? Donde quiera que estés, cantar te hizo feliz; tu carga se volvió más liviana, nunca estuviste a solas… e incluso, ¡pudiste viajar en el tiempo!
Piensa también en esos momentos que no te agradan tanto, y ahí estás, con un ligero canto aliviando la faena. Recuerda esa mañana en la que fue difícil levantarse y meterse en la ducha, pero algo has cantado mientras tanto. Observa al conducir, cuando subes el volumen a tu canción favorita y cantas a todo pulmón, en medio del tráfico. O al final de una larga semana, ¡la noche y tu amigos te esperan para soltar todo el estrés en una fiesta con karaoke!
Hasta un pequeño tarareo puede cambiar tu estado de ánimo
Si un pequeño tarareo es capaz de marcar una diferencia en nuestro estado de ánimo, si un simple sonido saliendo de tu voz, ha podido crear un ambiente más ameno, imagina cuánto más puede hacer por ti si lo utilizas como una herramienta de trabajo personal –que, a la vez que te diviertes-, descubres nuevas sensaciones y desarrollas áreas de tu vida que aún estás por descubrir.
El canto, que es uno de los sonidos más maravillosos de nuestro cuerpo, es una práctica sumamente importante en todas las culturas a lo largo del mundo.
Es capaz de conectarnos con el mundo espiritual; te llena de alegría en momentos de fiesta; te permite suspirar con las emociones de sus letras y sonoridades, con la vibración de otras personas cantando junto a ti.
Sólo mira a tu alrededor: si un bebé llora le acunamos con una canción; si estás de cumpleaños, tus amigos se reúnen y cantan “cumpleaños feliz” para ti; los más románticos dedican hermosas baladas para expresar sus sentimientos. El canto es parte de la vida y también un reflejo de ella.
Es tiempo de entrar en resonancia contigo mismo
A este punto no debo de convencerte de nada, cantar te hace bien, el canto te acompaña. Cantar te recuerda que respirar te viene bien de vez en cuando; te ayuda a sacar emociones que –quizá- no sabes que llevas dentro. Tu cuerpo empieza a vibrar (sí: el canto es el aire que transformas en vibración, eso puedo explicártelo luego) y lo que es más importante: entras en contacto contigo mismo. En esa canción que llevas dentro, estás dialogando, y si pones atención, es probable que tengas algo que escuchar…o decir.
He podido notar, en estos años dedicados a promover el aprendizaje del canto en otras personas (y en mí misma también) que las clases de canto van más allá de querer desarrollar una linda voz. Consigues mucho más. Te hablarán de respiración diafragmática, y de paso te darás cuenta que andabas por la vida respirando muy poco. Te dirán que debes tomar suficiente aire antes de cada frase musical, y a la vez notarás que a menudo hablas sin pausas respiratorias (que también son pausas para pensar antes de hablar). Escucharás que es conveniente tener una buena postura mientras cantas, y caerás en la cuenta que hace un tiempo no caminabas erguida por la calle.
Date un respiro
Incluso, puede que desde este momento, hayas comenzado a respirar hondo y a mejorar tu postura mientras lees. Si quieres repasar un poco más sobre la gran importancia de una buena respiración en nuestra vida, te recomiendo este artículo de Victoria Galli, titulado La importancia de una buena respiración para nuestra salud.
Los días que hayas conseguido alcanzar la nota que querías, celebrarás ese avance con mucha alegría, porque sabes cuánto has trabajado para conseguirlo… y comprenderás que cada pequeña meta en tu vida debería ser un motivo para celebrar, cada día. Reconocerás, y sentirás que te lo mereces.
La vida se construye de momentos. Espero que la próxima vez que te sorprendas cantando, se te dibuje una sonrisa y valores ese instante en que una melodía hizo un poco de magia en tu ambiente, y en ti, o en los que te rodean. Quizá quieras hacer de eso algo más grande, porque la proporción es clara: a más canto, más felicidad.
¿Quieres venir a soltar algunas tensiones y desarrollar tu creatividad cantando? No dudes en contactarnos!