La creatividad es algo que acompaña al ser humano des de tiempos inmemoriales. Es la característica que le ha permitido al punto de evolución en el que está.
La podríamos definir como la capacidad de crear algo nuevo y genera una sensación de autosatisfacción muy elevada. Y lo mejor de todo, es que todo ser humano tiene poder creativo.
No hace tantos años se creía que la capacidad de inventar era una cualidad que solo unos pocos privilegiados tenían. Sin embargo, hoy en día se sabe que cualquier persona puede desarrollar esta capacidad, especialmente en el campo de actividad que más le motive.
Aun así, es un concepto que se sigue ligado al mundo artístico, pero el arte es solo una forma de desarrollarla. La capacidad de resolver problemas cotidianos o empresariales, por ejemplo, también es un tipo de creatividad. Al fin y al cabo, consiste en generar alternativas, crear situaciones, opciones, donde no las había o no las veíamos.
La creatividad también consiste en reinventarse a uno mismo, ser capaz de crear contenido en nuestro propio mundo interno donde antes no lo había. Es una parte importante del proceso de toma de decisiones, de probar, de equivocarse; es un punto clave en el aprendizaje.
Así, este concepto tiene un papel muy importante en el desarrollo de la persona. “La expresión creativa permite acceder al mundo interior de la persona, conocerse, identificarse, entender su singularidad, generando la identificación de sus deseos y necesidades.” (Guiote, 2013)
El desarrollo de esta habilidad es distinto en cada persona, y esto es lo que la hace tan especial. El hecho de poder desarrollarla de forma única nos permite distinguirnos como personas y también a nuestra empresa, generando la sensación de que solo nosotros podemos hacer nuestro trabajo como lo hacemos. Y sabemos la necesidad de que esto sea así, ya que hoy en día tenemos cada vez más personas que buscan un trabajo único debido a la abundancia de competencia.
Elementos clave de la creatividad.
Cuando trabajamos desde
Dentro de las primeras, encontramos la capacidad de reconocimiento de las propias emociones y de las ajenas. Para poder actuar sobre algo, es imprescindible reconocerlo, darle un nombre. Las emociones son nuestras grandes guías durante toda la vida, y son las principales fuentes de satisfacción y crecimiento personal. Es muy importante poder contextualizarlas y saber en qué momento estamos para poder desencasquetarlas. Ya que los bloqueos emocionales son a menudo la principal causa de bloqueos creativos y crisis personales.
El pensamiento crítico, por otro lado, es tan importante en estos procesos. Sin embargo nuestro crítico interior no siempre nos permite crecer creativamente. A veces la razón no tiene razón, válgame la redundancia. A menudo lo que llamamos razón son patrones de pensamiento desadaptativos que hemos heredado de familiares o de la sociedad, y son pensamientos que no se han desarrollado en nuestras circunstancias, con lo que no nos ayudan. La arteterapia nos permite también detectar estos pensamientos y nos ayuda a cambiarlos, y a ser críticos desde nuestro propio contexto, favoreciendo nuestros procesos creativos.
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