Ataque de pánico: cuando el miedo te secuestra. Es realmente aterrador pensar que nuestra mente puede provocarnos una sensación tan paralizante, donde te bloqueas y sientes que te puedes morir durante los segundos que transcurre. Aunque, parezca impensable esto ocurre y le puede pasar a cualquiera. Ahora bien, es importante diferenciar entre una crisis de ansiedad y un ataque de pánico, puesto que son distintos.
Crisis de ansiedad vs Ataque de pánico
La ansiedad y los ataques de pánico son términos relacionados, pero tienen diferencias claras en cuanto a su naturaleza, intensidad y duración. A continuación, te explico sus características principales:
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Crisis de ansiedad
Es una respuesta emocional anticipatoria ante una amenaza percibida o un estrés futuro. Es más generalizada y persistente.
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- Síntomas:
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas para dormir.
- Dificultad para concentrarse.
- Preocupación excesiva y constante.
- Duración: Es prolongada y puede durar días, semanas o incluso meses.
- Origen: Puede ser desencadenada por situaciones estresantes o problemas cotidianos, pero a veces no tiene un desencadenante claro.
- Control: Aunque es molesta, las personas suelen poder manejarla en cierta medida.
- Síntomas:
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Ataque de pánico
Es un episodio súbito e intenso de miedo extremo que ocurre sin un peligro real o inmediato. Está asociado con una reacción física intensa.
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- Síntomas:
- Sudoración intensa.
- Palpitaciones o taquicardia.
- Mareo o sensación de desmayo.
- Sensación de ahogo o dificultad para respirar.
- Miedo a morir, perder el control o volverse loco.
- Sensación de irrealidad (despersonalización o desrealización).
- Duración: Es breve, generalmente dura entre 5 y 30 minutos, aunque la sensación de incomodidad residual puede persistir más tiempo.
- Origen: Puede ocurrir de forma inesperada o ser desencadenado por estímulos específicos (fobias, estrés extremo, y factores subyacentes).
- Control: Durante el episodio, la persona puede sentir que pierde el control, lo que lo hace mucho más incapacitante en el momento.
- Síntomas:
Ambos pueden ser muy incómodos, pero el ataque de pánico suele ser más breve y tiene un inicio más brusco.
¿Se puede tener crisis de ansiedad y ataques de pánico?
Si, aunque si bien ambos pueden coexistir (por ejemplo, una persona con ansiedad puede experimenta ataques de pánico), sus tratamientos suelen enfocarse de manera diferente. Para ansiedad, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la gestión positiva del estrés son clave, mientras que los ataques de pánico pueden requerir intervenciones para manejar las respuestas inmediatas y abordar los factores subyacentes.
¿Le puede ocurrir a cualquiera?
Sí, cualquiera puede experimentar ansiedad o un ataque de pánico, pero algunas personas son más propensas debido a diversos factores.
Factores subyacentes
- Vulnerabilidad genética: Si hay antecedentes familiares, la probabilidad aumenta.
- Personalidad: Las personas más sensibles, perfeccionistas o con tendencia al control tienen mayor riesgo.
- Estilo de vida: Estrés crónico, consumo de cafeína, falta de sueño o una dieta inadecuada pueden predisponer.
- Factores médicos: Enfermedades como hipertiroidismo, déficit de vitamina B12 o problemas cardiacos pueden imitar o intensificar los síntomas.
- Uso de sustancias: Estimulantes como la cafeína o drogas recreativas pueden disparar episodios en personas predispuestas.
- Eventos traumáticos: Una experiencia traumática puede ser un detonante para quienes antes no tenían síntomas de ansiedad.
¿Cómo prevenirlo?
Aunque no siempre es posible evitarlo, algunas estrategias pueden reducir el riesgo:
- Practicar técnicas de relajación como respiración profunda, meditación o yoga.
- Practicar actividades de autoconocimiento y de autoregulación emocional.
- Mantener un estilo de vida saludable con ejercicio regular, dieta equilibrada y sueño adecuado.
- Reducir el consumo de estimulantes como cafeína y alcohol.
- Aprender a gestionar el estrés mediante técnicas de Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).
- Buscar ayuda profesional si los síntomas se vuelven recurrentes o incapacitantes.
En resumen, aunque le puede ocurrir a cualquiera, algunas personas son más propensas debido a sus características biológicas, psicológicas y ambientales. Sin embargo, existen tratamientos eficaces y herramientas que permiten manejar y superar estos episodios.
Ataque de pánico: cuando el miedo te secuestra
Un ataque de pánico llega sin avisar. Todo parece estar bien, y de repente, el cuerpo entra en alerta máxima, como si enfrentara un peligro real, aunque no haya nada ahí. El corazón comienza a latir con fuerza, rápido, como si estuvieras corriendo sin moverte del lugar. El aire parece insuficiente; sientes que por más que intentes respirar, algo lo impide. En el pecho, una presión te hace pensar que podrías estar sufriendo un problema grave.
La mente empieza a disparar pensamientos desordenados. Aparece el miedo a perder el control, a desmayarte o incluso a morir. Las manos sudan, tiemblas, y todo el cuerpo reacciona como si estuviera en un campo de batalla invisible. No entiendes lo que está pasando. Es como si tu cuerpo estuviera actuando por su cuenta, fuera de tu control. Las sensaciones son tan intensas que parecen eternas, aunque en realidad duran unos minutos. Un ataque de pánico no es peligroso, pero sí es muy desconcertante. Es el cuerpo activando su respuesta de “lucha o huida” en el momento equivocado, como si interpretara una amenaza donde no la hay. Puede pasarle a cualquiera, y aunque asusta, no significa que estés en peligro real.
Lo más importante es recordar que estos episodios son temporales. Respira profundo, busca apoyo si lo necesitas y, si es algo recurrente, considera hablar con un profesional que te ayude a entender y manejar estas experiencias.
Referencias
- Bourne, E. J. (2020). The Anxiety & Phobia Workbook (7th ed.). New Harbinger Publications.
- Este libro es una guía completa para comprender y gestionar la ansiedad y los ataques de pánico. Ofrece técnicas prácticas basadas en terapia cognitivo-conductual, mindfulness y relajación.
- Craske, M. G., & Barlow, D. H. (2021). Mastery of Your Anxiety and Panic: Workbook for Clients (5th ed.). Oxford University Press.
- Un recurso útil para entender los fundamentos de los ataques de pánico y cómo manejarlos. Incluye estrategias de intervención basadas en la evidencia y ejercicios prácticos.
- Clark, D. M., & Beck, A. T. (2019). Cognitive Therapy of Anxiety Disorders: Science and Practice. Guilford Press.
- Este texto ofrece una comprensión profunda de los trastornos de ansiedad y de pánico desde la perspectiva de la terapia cognitiva. Incluye estrategias para identificar y cambiar patrones de pensamiento que contribuyen a estos trastornos.
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