Últimamente se oye hablar mucho del poder terapéutico del arte. Y con esta corona-crisis parece que todavía más. Nos recomiendan distraernos con actividades creativas, ya que se ha demostrado que tienen beneficios importantes sobre la salud mental. Tenemos montones de músicos que nos deleitan con directos diarios a través de instagram y artistas que nos ofrecen su entretenimiento publicando arte muy a menudo, entre otro tipo de artesanías. Hoy hablamos de arteterapia, haremos algunas aclaraciones sobre el término.
Cuando el arte lo hace uno mismo, parece que la satisfacción todavía es mayor. Estos días vemos muchas personas coloreando mandalas y otros dibujos preciosos, siguiendo manuales para pintar sus propios cuadros, haciendo crochet y ganchillo, entre otras actividades. Todo esto es maravilloso y os animo a que sigáis con estas actividades para manteneros activos y creativos, y para aprender nuevas habilidades, que siempre es bueno para un cerebro sano.
Sin embargo, no podemos decir que estas actividades sean “terapéuticas” o “arteterapia” en sí. A continuación os aclaro un poco más por qué no lo son y qué criterios hay que tener en cuenta para decir si hacemos o no arteterapia.
Criterios para saber qué no es arteterapia.
Esta disciplina, tal como su nombre indica, es un tipo de terapia: en concreto de psicoterapia. Según el Consejo General de la Psicología de España , el objetivo de la terapia es conseguir cambios en los pensamientos, emociones o comportamientos que causan malestar al individuo. Buscamos una mejora en la calidad de vida de las personas. Además, para poder hablar de una actividad terapéutica es imprescindible de un acompañamiento, que implica un psicoterapeuta.
Con lo cual, estas actividades de las que hablábamos antes, no se pueden considerar terapéuticas. Si bien es cierto que pueden implicar una mejora en la calidad de vida de las personas, debido a su calidad lúdica y de relax, no las podemos considerar terapéuticas porque no implican un cambio en la forma de pensar de la persona que las realiza. Además, si tenemos en cuenta su objetivo, el cual es distraernos, en lugar de trabajar los problemas, podemos pensar que es contradictorio decir que tienen efectos de cambio en la salud mental.
Hay otro tipo de actividades artísticas que algunas personas dicen tener efectos de terapia en las personas, y son aquellas actividades que implican una liberación emocional. Se sabe que muchos de los artistas de la historia tenían problemas mentales, y por eso se cree que el arte es tan bueno para tales afectaciones. Sin embargo, ¿cuántos de ellos sabemos que se hayan curado gracias a sus obras artísticas? Al contrario, muchas de las obras del s XIX y XX son perturbadoras y reflejan grandes sufrimientos y, sin embargo los artistas seguían sufriendo después de muchos años de creaciones, supuestamente “liberadoras”.
¿Qué ocurre entonces en el arteterapia?
Entonces, ¿qué es realmente el arteterapia y por qué podemos pensar que tiene efectos beneficiosos para la salud mental? La clave aquí es el cambio. En el acompañamiento artístico, lo que se persigue es una mejora. Y es cierto que a veces estas sesiones parecen de liberación, y algunas lo son. Sin embargo, cuando el acompañamiento que hace bien, esta liberación siempre va seguida de un “darse cuenta” de algo que nos está ocurriendo, lo que es el primer paso para poder cambiarlo. Y segundamente aparece el cambio. Con las preguntas y el espacio adecuado, somos capaces de crear nuevas obras. De transformarlas. Lo cual nos abre el camino para poder transformar las emociones y pensamientos que nos están bloqueando.
- Klein, J-P. La creación como proceso de transformación. Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social. Vol 1 (2006): 11-18.
- Klein, J-P. & Bassols, M. El arteterapia, un acompañamiento en la creación y la transformación. Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social. Vol 1 (2006): 19-25.
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