Karla Shibell Yépez Defaz En la actualidad se reconoce que el apego constituye un vínculo fundamental para el desarrollo socioafectivo de los niñ@s. Tanto así, que se promueve el desarrollo del apego seguro en la crianza con la finalidad de que, los infantes puedan llevar sanas relaciones socioafectivas durante toda su vida, siendo conscientes de su propia gestión emocional.
Por lo tanto, el tipo de apego que desarrollamos en la infancia se mantiene en la adultez y caracteriza la manera en que formamos y mantenemos nuestras relaciones afectivas.
No obstante, la mayoría de personas muestran más signos de apego inseguro, evitativo, y ansioso, que apego seguro; lo que permite afirmar que, los adultos tienden a manifestar un estilo de apego disfuncional que se refleja en sus relaciones socioafectivas, y dentro de su dinámica de pareja.
1.- ¿Qué es el apego, y cómo se desarrolla?
John Bowlby (1989; 1993) en su Teoría del Apego, lo define como “toda forma de conducta consistente en la consecución o mantenimiento de proximidad con otra persona”. Por tanto, el apego corresponde a aquellos comportamientos que sostienen la dinámica afectiva entre el infante y su cuidador de referencia. Lo que, en consecuencia, definiría sus propias conductas afectivas en relación con los demás.
Para esto, Bowlby identifica que el sistema de apego se interrelaciona a tres niveles:
- Nivel cognitivo refleja todas las creencias, pensamientos, expectativas, interpretaciones y actitudes aprendidas durante la infancia.
- Nivel conductual se encuentran las conductas de proximidad y/o rechazo hacia el cuidador de referencia.
- Nivel emocional fundamenta las habilidades propias de gestión emocional y control de los impulsos.
2.- ¿Cómo se manifiesta el apego inseguro en la adultez?
La forma en que se configuran las relaciones afectivas surge de la interacción cuidador-infante.
Siendo la sensación de bienestar y satisfacción que va integrando el infante según considera que sus necesidades de cuidado y afecto son cubiertas, las que cohesionan un estilo de apego en la adultez.
Es decir, que un infante criado en un entorno de maltrato y negligencia en la adultez podría mostrar un tipo de apego inseguro mostrando miedo al abandono, celos hacia su pareja, o incluso creencias de: “no merezco ser querid@”, “no soy sufiente”, “te quiero, pero me alejo de ti”. Por lo tanto, el tipo de apego infantil predice el vínculo que tendrá el adulto en sus relaciones de pareja.
3.- Formas de apego en la adultez
Si relacionamos la Teoría del Apego con el tipo de apego en la adultez, básicamente se clasifican en apego seguro e inseguro. Como se explica en la tabla siguiente:
Tipos de apego | Infancia | Adultez |
| Apego seguro | Padres/cuidadores cariñosos y preocupados por satisfacer las necesidades de sus hijos. | Sanas relaciones afectivas con la pareja. |
| Apego inseguro evitativo | Padres/cuidadores sin capacidad para responder a sus necesidades. Relación afectiva de rechazo y poca disponibilidad emocional. | En la adultez tienen temor a establecer vínculos afectivos, incapacidad para tolerar intimidad, dificultad para comprometerse y con altibajos emocionales. |
| Apego inseguro ansioso | Padres/cuidadores poco comprensivos, indiferentes con las necesidades. Baja implicación conductual dependiendo de su estado de ánimo y no del infante. | En la adultez muestran obsesión afectiva y sexual. Constante sensación de abandono y desconfianza en la pareja. |
Es así que, quienes desarrollan un apego inseguro muestran insatisfacción en su relación de pareja debido a que imponen distancia emocional. De igual modo, los que muestran apego inseguro-evitativo no logran comprometerse porque les cuesta conectar profundamente con su pareja. Y, aquellos que presentan apego inseguro-ansioso muestran mayores conductas de cuidado hacia su pareja con la intención de retenerla a su lado.
Apego inseguro adulto: “Te quiero, pero me alejo de ti”
Con relación a lo mencionado, el apego inseguro en la adultez genera dinámicas de pareja disfuncionales. Siendo los adultos con apego inseguro y elevada ansiedad quienes muestran mayor dependencia emocional, preocupación obsesiva e insatisfacción marital.
Aunque no todos los adultos muestran apego inseguro, basta que un miembro de la pareja lo presente para que exista una tendencia de apego disfuncional dentro de la dinámica de pareja.
Siendo el adulto con apego inseguro quién manifieste conductas y actitudes opuestas. Es decir, pueden verbalizar “te quiero”, y en contraposición tener un lenguaje corporal distante o comportamientos evitativos.
En cambio, el adulto con apego seguro aportará a la relación cualidades afectivas saludables como la comunicación asertiva, expresiones sanas de afecto, además de brindar contención emocional a su pareja.
Pero, en los casos donde ambos adultos muestran apego inseguro se evidencia una retroalimentación entre temor al abandono y evitación al compromiso; y en consecuencia se origina una dinámica de relación afectiva disfuncional, hoy en día llamada relación tóxica.
Conclusión
Es importante que cada individuo identifique su estilo de apego mediante un trabajo de introspección y autoconocimiento a fin de sanar heridas de la infancia, modular conductas y actitudes afectivas saludables que generen bienestar y actos de autocuidado para favorecer el desarrollo individual dentro y fuera de la relación de pareja.
Si te encuentras en una dinámica conflictiva en tu relación de pareja o solamente te preocupas por tu salud mental, es importante que acudas a terapia.
Referencias bibliográficas
Benlloch Bueno, S. (2020). Teoría del Apego en la Práctica Clínica. Revista de Psicoterapia, 31(116), 169-189. https://doi.org/10.33898/rdp.v31i116.348
Martínez-Álvarez, J. L., Fuertes-Martín, A., Orgaz-Baz, B., Vicario-Molina, I., & González-Ortega, E. (2014). Vínculos afectivos en la infancia y calidad en las relaciones de pareja de jóvenes adultos: El efecto mediador del apego actual. Anales de Psicologia, 30(1), 211-220. https://doi.org/10.6018/analesps.30.1.135051
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