En otras publicaciones hablamos de qué es el arteterapia y cómo funciona (“Diferencias entre Arteterapia, Mediación Artística y Taller de Arte” o “Arteterapia: algunas aclaraciones sobre el término“). También hemos hablado ya de algunos de los beneficios que tiene (“Arteterapia en el desarrollo personal” o “¿Por qué hacer arteterapia para mejorar las habilidades sociales?“). Hoy te quiero hablar desde un punto de vista más práctico. El arteterapia es una herramienta de autoconocimiento y aquí te hablaré de cómo utilizarla analizando tus propias obras de arte para conocerte mejor.
¿Por qué analizar tus obras de arte?
A veces dibujamos lo que tenemos y, otras veces, dibujamos aquello que deseamos.
En el primer caso, estamos expresando, liberando tensiones. En el segundo, también, pero además estamos empezando a crear una nueva realidad. Tanto si te gusta dibujar, pintar, hacer collage o hacer escultura, tus obras de arte hablan de tus mundos internos. Analizar un dibujo te puede ayudar a darte cuenta de alguna emoción que tienes bloqueada, de alguna necesidad interna o de algún miedo que no puedes reconocer. Y darte cuenta de esto te puede ayudar a cambiarlo.
“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma” decía Carl Jung
Analiza tu arte, no el de los demás
Recuerda que tú eres el mejor analista de tu arte, porque surge de tu interior y nadie te conoce mejor que tú mismo. Recuerda también que lo mismo ocurre con el resto de personas. No intentes analizar el arte de otras personas porque tus conocimiento y experiencias harán que veas cosas que posiblemente no estén allí. Aquí pretendemos darte algunas herramientas para ti mismo, para que te conozcas un poco mejor y descubras mundos interiores que tienes pero aun no has explorado.
“Aquél que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta.” Carl Jung
Analizando tus propias obras de arte
Te recomiendo que te relajes y te concentres plenamente en tu tarea, evita distracciones y ponte cómod@. Te recomiendo también que lo hagas en un lugar seguro, donde no haya personas que te puedan interrumpir. Ahora sí, pasemos a la acción.
Lo más importante: no juzgues
En el arte, en lo que creas, no hay nada bueno o malo. Simplemente hay hechos que nos informan, que nos ayudan a conocernos. Puede haber cosas que no nos gusten, pero no son malas, son fruto de nuestros aprendizajes y están ahí para ayudarnos en algo.
También es muy importante que tengas esto en cuenta porque no se trata de pintar cosas bonitas. Si lo que quieres es descubrir e indagar, debes dejar que la creación sea intuitiva. No se trata de vender el cuadro o enseñarlo a los amigos para que vean lo bien que lo haces, la función de las obras que analizas es otra.
Primero: emociones y sensaciones
Sitúate delante de tu obra y obsérvala. Detecta qué emociones te vienen a simple vista. ¿Te pone triste o alegre? ¿Sientes incomodidad? ¿Te despierta algún miedo? Quizá haya más emociones, o quizá te cueste identificar las emociones principales. Observa también si despierta alguna sensación corporal. ¿Sientes algún movimiento interno en alguna parte concreta de tu cuerpo, cuando la observas? O quizá no te produzca ninguna sensación. Eso también es un indicador de algo.
¿Te recuerda a algo?
El siguiente paso es pensar si te recuerda a alguna situación concreta de tu vida. Quizá te hace pensar en alguna persona o en alguna situación que has vivido recientemente. O quizá te hace pensar en tu infancia, en alguna vivencia muy antigua. Piénsalo, y piensa cómo se relaciona este hecho con las emociones y sensaciones que has identificado antes.
Identifica elementos en la obra
Observa qué elementos hay en tu obra, su posición sobre el papel, su tamaño, si se relacionan entre sí o están aislados… Dante cuenta de qué puede representar cada objeto o forma y cómo se relaciona con las demás y con la obra en general.
Durante el proceso de creación…
Mientras estás creando tu obra, puede que también te aparezcan pensamientos y sensaciones. Puede que estés dibujando una parte concreta de tu dibujo y te sorprendas pensando en algo. Observa esos pensamientos también y toma nota, porque durante el proceso pueden pasar muchas cosas.
Escríbelo si te apetece
Escribir todo esto te puede ayudar a procesarlo y ponerle palabras. Cuando escribimos, materializamos el pensamiento y se vuelve más claro.
Desde la disciplina del arteterapia, analizando tus propias obras de arte puedes descubrir muchas cosas sobre tí mismo. Ésta es una práctica que puedes hacer por tí mism@. Si dibujas o pintas con frecuencia, seguro que es algo que has hecho instintivamente alguna vez. Sin embargo debes pensar que los arteterapeutas tienen una formación y están entrenados para darse cuenta e identificar emociones que a veces nos cuesta ver. Otra función que tiene el arteterapeuta es la de darnos soporte en momentos de dificultad, cuando estamos descubriendo o procesando hechos que nos pueden afectar mucho emocionalmente.
La relación que estableces con el arteterapeuta te puede ayudar mucho cuando estás analizando tus propias obras de arte, y este es un hecho clave en arteterapia. Las personas somos sociales y necesitamos de los demás para construir nuestras realidades. El arteterapeuta te ofrece una relación segura y libre de juicio y te ayuda a ver aquello que puede quedar oculto.
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