Desde hace varios años se habla de la importancia de tener buenas relaciones interpersonales dentro de la comunidad educativa. Que cada institución presente espacios y condiciones para fomentar un espacio de confianza y colaboración para garantizar los objetivos educacionales. Frente al acoso escolar: ¡Cuidémonos entre todos!
Hostigamiento dentro del aula
Pero, ¿Qué sucede cuando en nuestra sala de clases existe el bullying? ¿Qué podemos hacer al respecto? Primero que todo, es fundamental distinguir entre el bullying y la violencia escolar. Se habla mucho de este tema, ya que se ha convertido en un fenómeno bastante mediático. Pero no siempre se tiene claro cuál es la definición correcta, lo que da complejidad para prevenir, comprender e intervenir. El bullying, a diferencia de la violencia escolar, tiene características muy precisas: se da entre pares, se presenta un desequilibrio de poder y existe una acción intencional. Lo roles más conocidos son la víctima y el agresor, pero también existen otros, como los testigos, instigadores y defensores, que pueden cumplir un rol esencial para detenerlo.
Nuevos tiempos, nuevas maneras: Nos cuidamos entre compañeros
Actualmente también se han establecido otras formas, tales como el cyberbullying (o ciberacoso): agresiones a través de las plataformas digitales, un mundo a veces desconocido y difícilmente regularizado por los adultos. A su vez, se encuentra el bullying homofóbico, enfocado en que el estudiante que no expresa su género de forma convencional puede ser víctima de bullying. En cualquier caso, la víctima y los demás participantes sufren consecuencias negativas. Las víctima puede padecer depresión, estrés post traumático, ideación suicidia, suicidio, entre otros. Junto con que las secuelas pueden varios experimentarse años después del suceso.
Cuidémonos entre todos: Actividad para saber cuánto se conocen entre ellos
Una manera de prevenir la violencia escolar es establecer espacios de convivencia donde los estudiantes puedan relacionarse, conocerse y generar sentido de pertenencia. Para eso, un ejercicio arteterapéutico interesante puede ser que cada uno dibuje algunas cosas que lo definan. Es decir; puede dibujar un autorretrato (realista o abstracto) o sus pasatiempos o sus gustos en una hoja de block. La idea es que lo hagan de forma solitaria, que ningún otro compañero los vea y que no coloquen el nombre. Cuando terminen tienen que ir a dejarle la hoja de block al profesor, dejando el dibujo dado vuelta para que no se vea. Cuando todos los estudiantes hayan terminado se colocan en círculo con sus sillas. El objetivo del círculo es que todos puedan verse uno con otros, y así generar un espacio de mayor confianza y apertura. En este sitio, el docente irá, uno a uno, mostrando los dibujos y los compañeros tienen que adivinar quién lo hizo. Claramente el autor se debe quedar callado y con “cara de poker”.
Todos somos importantes dentro del curso
La finalidad de esta actividad es primero crear un espacio de disfrute entre los compañeros. Segundo, identificar cuánto se conocen entre ellos, observar que tan rápidamente adivinaron al autor. Tercero, dar visibilidad y espacio a cada uno de los estudiantes del curso, dando a entender que cada uno de ellos tiene el mismo valor y son importantes para construir una buena convivencia escolar. De esta forma, originando estos espacios educativos, lograremos fortalecer la comunidad de curso, cuidarnos como curso y prevenir fenómenos como la violencia escolar.
¿Te gustaría saber más sobre técnicas de arteterapia para la mejora de las relaciones interpersonales de tu clase?